Muchos podemos tener cáncer, pero como vivirlo puede hacer y marcar una gran diferencia.
Yo elegí compartirlo con todos, mi familia, mis amigos, mis conocidos y hasta los no conocidos, ya que en muchas iglesias rezaba por mi gente que ni siquiera me conocía. De no haberlo hecho público me hubiese privado de recibir mucho amor, muchas oraciones y buenas vibras.
Esta enfermedad suele ser muchas veces un misterio, sabemos poco del cáncer y de sus tratamientos, y esto se produce principalmente porque quienes lo padecen se van hacia adentro, se enclaustran y hacen de esto un tema tabú.
Yo recuerdo que llegué de la consulta del doctor y empecé a llamar personalmente a las personas mas cercanas, elegí un grupo de amigos a los que consideré importante darles yo misma la noticia. La reacción de la mayoría fue de mucho impacto, se quedaron mudos, sin saber que decir, pero yo me sentí tranquila de hacerles partícipe de lo que estaba viviendo, y darles la oportunidad de aprovechar lo que nos quedara de tiempo.
Pero no es hasta hace poco tiempo en que compartiendo con un grupo muy querido de amigos, que uno de ellos me expresó su molestia, algo en lo que yo no había pensado, él no estaba preparado para una noticia así, y yo fui quizás egoísta, pensé en lo que yo quería contar, sin pensar en que si la otra persona era capaz de recibirlo. Me pareció tan interesante su postura, y recordé que también otra persona muy querida me dijo una vez, "te odié cuando me dijiste tengo cáncer".
Si, es muy fuerte también para los que nos quieren, pero así y todo, y disculpándome a los que herí, lo volvería a hacer, quizás mejoraría la sutileza o la forma, pero no el fondo. Insisto, comunicar la noticia me permitió estar rodeada de muchísima gente.
En esta misma reunión, mis amigos me pidieron que les contara un poco de lo que había vivido, un testimonio de mi experiencia, y una vez terminado mi relato, el mismo amigo me dijo "siento tanto no haber estado mas cerca tuyo, me perdí de tanto"; imagínense que si él sintió eso, como hubiera sido si yo hubiese sido mas hermética con mi enfermedad.
Lo que pasa es que yo siempre traté de que me vieran bien, me preocupaba de que me vieran arregladita, con mi peluca, para disminuir la tristeza que reflejaban en sus rostros los que me iban a ver, y con esto, en el fondo les oculté lo episodios dolorosos, los mas tristes, y no debería haberlo hecho.
Una vez mi hermana que me cuidaba me dijo una gran verdad, "aunque te sientas mal, recibe a tus amigos, ellos no vienen a hacer vida social, no importa que no les puedas conversar por los dolores o las náuseas, no importa que vengan a sentarse a tu lado y te vean dormir, para eso son tus "amigos".
Compartir lo bueno y lo malo, eso hace una relación mas verdadera y sólida en el tiempo.
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